jueves, 25 de noviembre de 2010

ROJO NEGRO Y BLANCO

Para algunos seguidores de esta marca, la GT 200 fue el modelo más lujoso que Gilera vendió en el país entre 1965 y 1972.

En 1968, la revista Automundo la definió como lo mejor que había fabricado Gilera hasta ese momento. Hoy, los seguidores de este modelo piensan que el periodista que hizo tal comentario no se equivocó, e incluso agregan que fue la moto más lujosa que la marca italiana vendió en nuestro país durante esa época.

Si bien en Italia este modelo no fue comercializado tal como se lo conoció en nuestro país, su antepasado más cercano se llamó Giubileo Super 202. En tanto, en Argentina, Gilera fabricó a la Gran Turismo 200 desde 1965 hasta 1972.

Recientemente, en la localidad de Leones (Córdoba) apareció una de las primeras unidades que se vendieron en el país. Después de estar guardada 18 años en un campo, su actual dueño la puso nuevamente en marcha siguiendo las indicaciones del manual. Tras seis meses de trabajo, ahora esta GT 200 espera su presentación oficial en algún encuentro de motos.

Sus orígenes
"Este tipo de motor apareció en Italia en 1960 con el modelo Giubileo 175 cc", afirma Fernando Battistino, presidente del Club Gilera Argentina, al ser consultado telefónicamente por este diario sobre los antecedentes de la GT 200 en Italia. Battistino posee siete Gilera en su casa de San Francisco (Córdoba), y es una de las personas que más conoce sobre la historia de esta marca. Debido a que la fábrica en Argentina no cuenta con un archivo histórico de sus modelos, desde hace años Battistino se ocupa personalmente de investigar acerca del pasado de esta firma. Ayudado por el libro Moto Gilera, de Brizio Pignacca, el Presidente del Club Gilera nos brindó importantes datos sobre este modelo.

Tras el lanzamiento de la Giubileo 175 cc, la firma presentó en 1963 al modelo Giubileo 175 Super que, en realidad, era una moto de 202 cc, pero no llevaba esa denominación debido a cuestiones impositivas. La primera Giubileo Super 202 surgió recién en 1966, y en Italia fue fabricada hasta 1970.

En Argentina, este tipo de motor apareció en la Giubileo 175, en febrero de 1963, pero la primera Gilera con 200 cc empezó a venderse a partir del 1º de agosto de 1964 y se llamó Gilera Extra 200. Según Battistino, esta moto era un modelo común, sin luz de giro ni cromados, y fue producida hasta 1967. En tanto, en febrero de 1965, Gilera lanzó a la Gran Turismo 200 de producción nacional, también conocida como GT 202. Para el Presidente del Club Gilera Argentina, "la GT 200 fue el modelo más lujoso que la marca vendió en el país".

Sus particularidades
La Gran Turismo 200 se distinguía por su tanque rojo y blanco; su asiento negro y blanco con bastones en el tapizado y dos líneas blancas laterales; su faro delantero de 600 mm de diámetro (el de la Gilera Extra 200 medía 500 mm) y los cromados de la tapa de la caja de herramientas, la tapa donde va el filtro de aire, el cubrecadena, el guardabarros delantero, la defensa trasera y la defensa delantera ("mataperro").

El motor era un monocilíndrico de 202 cc, de 65x61 de diámetro y recorrido, con presión 7,5:1. Contaba con cambio de cuatro velocidades y desarrollaba una potencia de 15 HP a 7.000 rpm. Además, según datos oficiales, alcanzaba una velocidad máxima de 115 km/h y consumía 2,7 litros cada 100 km.

Por otra parte, esta moto tenía corona de transmisión zincada, manubrio más levantado que la Extra 200, bulbo de presión de aceite; faro con tres lucecitas (azul, verde y roja); luces de giro ubicadas en las puntas de las manoplas delanteras, y luces traseras soldadas en el portapatente.

La GT 200 fue fabricada en el país hasta 1972 y a lo largo de los años recibió diferentes modificaciones. En 1965 apareció la insignia Gilera en el velocímetro, y en 1967 las luces de giro cambiaron de lugar y la tripa del velocímetro pasó a la rueda trasera. En 1970, el dínamo fue reemplazado por alternador, al guardabarros trasero se lo modernizó, las luces traseras se ubicaron más arriba, la parte delantera de la suspensión recibió fuelles de goma "acordoneados", el sistema de tiracadenas cambió, el bulbo de presión desapareció, el manubrio empezó a ser más ancho y el silenciador de escape de aluminio Ferruccio fue sustituido por otro de chapa, redondo y cromado. Por último, en 1971, se le colocó una barra de refuerzo al manubrio.

Tesoro escondido
Si bien resulta difícil establecer con absoluta certeza la cantidad de Gran Turismo 200 que se fabricaron en Argentina, ya que los registros oficiales no están disponibles, en los últimos años la gente del Club Gilera Argentina logró conformar una "base de datos" propia, tras conocer en distintos lugares numerosas unidades de este modelo.

Hasta hace poco, Battistino tenía registradas como las GT 200 más antiguas que se conservan en Argentina a una unidad de Rafaela (Santa Fe), con número de serie 77*06009, y otra de San Francisco, que lleva el número 77*06017. Sin embargo, semanas atrás, en la localidad cordobesa de Leones apareció otra moto con el número 77*05885.

Al ser consultado por este diario, su propietario, Javier Francioni, afirmó que él ni se imaginaba que su moto podía llegar a ser la unidad más antigua que se conoce hasta ahora de este modelo. En realidad, se enteró de esto después que un amigo mecánico consultó al Presidente del Club Gilera Argentina sobre la historia de la GT 200.

Francioni tardó seis meses en restaurar a su Gilera e invirtió en ella 400 pesos. "Esta moto estuvo 18 años guardada en un campo. Era de mi tío, y la traje a Leones de Noetinger. Todas las cosas que tiene son originales, no le puse nada de otra moto", asegura. El trabajo de restauración más importante estuvo centrado en la parte eléctrica y en la limpieza y reemplazo de rodamientos, juntas y retenes. En general, la reparación de esta GT 200 adquirida en Rosario en 1965 no implicó grandes complicaciones, ya que fue llevada a cabo según el manual del modelo.

Contento por el trabajo realizado, Francioni todavía no puede creer que haya descubierto el tesoro que su tío abandonó hace casi 20 años atrás en ese campo cercano a la localidad de Noetinger. Ahora, su objetivo es exhibir a esta Gilera de lujo en algún encuentro de motos. Allí, seguramente, otros seguidores podrán apreciar el brillo de sus cromados y el atractivo de la combinación del rojo, el negro y el blanco. Cristian Celis

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