domingo, 7 de agosto de 2011

BERTA Y SU INTENTO DE REVOLUCIÓN ARGENTINA EN LA F1








Oreste Berta es una eminencia a la hora de meterse en el mundo del preparado de motores y autos de carrera en la Argentina, y en gran parte del globo. Sin embargo, en la Fórmula Uno, máxima categoría del automovilismo mundial, su nombre está asociado al fracaso y a los proyectos abandonados.

A lo largo de los años 70, existía, en suelo argentino, un campeonato de monoplazas llamado Fórmula Mecánica. El preparador de Rafaela, se hizo con un gran nombre en esta categoría tras lograr los títulos del ’68, ’69, ’73, ’74 y ’75, los últimos tres con la dupla Luis Di Palma y Néstor García-Veiga, lo que también le otorgó el título de descubridor de talentos.

El auto saliendo a la pista en el GP de Argentina.

En el año 1973, el santafecino puso en marcha la creación de un auto de Fórmula 5000, para, así, disputar el campeonato americano. Por falta de preparación y de capitales económicos, el proyecto fue rápidamente dejado de lado. Al instante, optó por una opción más viable: un bólido de F1. Sabía que las grandes empresas del país sólo iban a apoyar un eventual intento en la categoría reina.

El plan se puso en marcha y, muy temprano en la temporada, el auto ya estaba listo para hacer sus primeras sesiones de pruebas. Con Di Palma y Veiga ocupados en la lucha por el campeonato, la labor de maximizar el rendimiento del monoplaza estuvo en manos de “Marito” García. Las características del coche se asimilaban al del fallido intento en F50000 y la novedad se presentaba en los motores V8 de Cosworth recuperados de la escudería Brahbam y mejorados, de los cuales se comentaba: “eran lo mejor en el mercado”.

El Berta F5000 en manos de Bill Simpson

Marito García fue el tester ante la enfermedad de Néstor García Veiga. El Berta F.5000 muestra su estampa en la salida de la horquilla del autódromo (1974)

El motor era tan potente y rápido, como frágil en su estructura. El bloque y los cimientos no soportaban la fuerza, se rompían con facilidad. Además, el impacto en los medios y el público no fue el esperado, lo que redujo las fuentes de dinero y convirtió en imposible la reparación de los impulsores de continuar con los problemas. A pesar de todo, el equipo “BERTA” se inscribió para las dos primeras carreras de la temporada de Fórmula Uno de 1975, en Argentina y Brasil.

A la ilusión se la combatió, sin mucho tiempo de espera, con inconvenientes. El desenlace fatal de la escudería comenzó en la última sesión de ensayos, previo al inicio del campeonato. La única estructura de motorización que quedaba a disposición del equipo falló y no pudo ser reparada. En busca del salvataje de la escudería, se hizo un acuerdo con Wilson Fittipaldi: el brasileño prestaba otro Cosworth V8 y que el auto argentino pudiera correr. A cambio, conseguía un motor con rodaje y mejoras para ser utilizado en su propio proyecto. Finalmente, los ingenieros descubrieron que el problema no radicaba en el motor en sí, sino que la carrocería entera fallaba y provocaba vibraciones que eran fatales para el impulsor.

Néstor García-Veiga en los entrenamientos de Buenso Aires.

El sueño había acabado para Oreste Berta, su piloto Néstor García-Veiga y todo el equipo. La decisión se hizo oficial y la participación prevista para los dos primeros grandes premios fue abandonada. El proyecto fue demasiado ambicioso para el poco apoyo que recibió, pero nadie va a borrar el nombre “BERTA” de los libros de estadísticas de la F1, que tuvo dos NO participaciones.

Nota Puse las fotos de Oreste con los motores, pero tambien vi las mismas fotos en paginas dedicadas al Berta LR para SP de principio de los 70.


NUNCA LO  ENTENDIA AL QUINTUPLE, EL PODRIA HABER INTERCEDIDO  PARA QUE EL PROYECTO SE  LLEVARA A CABO, CREO QUE FUE UNA ASIGANATURA PENDIENTE QUE LE QUEDO EN SU VIDA DEPORTIVA.
QUE LASTIMA CHE!!!

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