LA
ARENA
Fabián Pisandelli
se dio el gran gusto. Logró esa victoria con la que soñó desde que comenzó a
construirse el autódromo Provincia de La Pampa; la misma que el año pasado se
le escapó por una rotura en su auto cuando había tenido un fin de semana casi
perfecto.
El piloto local
se impuso en el autódromo Provincia de La Pampa, ante más de diez mil personas,
y es uno de los líderes del campeonato. La final fue suspendida por un
accidente múltiple y reiniciada con 16 autos menos en pista.
Pero al automovilismo
da revancha, y este pampeano por adopción no la desaprovechó, consiguiendo un
triunfo a su estilo; luchando y dejando la piel en la pista, la misma en la que
minutos antes de la caída de la bandera a cuadros, su hermano Juan Cruz había
sufrido un accidente feo, que finalmente no pasó a mayores.
Hasta con esa
carga psicológica y con una bandera roja que lo mandó hacia atrás luego de una
primera largada fenomenal tuvo que lidiar Fabián. Pero su temple de acero y su
velocísimo y contundente Chevrolet Cruze le permitieron sobreponerse a todo y
quedarse con la cuarta fecha del campeonato del Turismo Nacional, que tuvo
lugar ante más de diez mil personas en el circuito toayense, de 4.173 metros de
cuerda.
El joven cordobés
Facundo Chapur (Peugeot 308) y el ex Fórmula Uno Esteban Tuero (Fiat Línea)
escoltaron en el podio de la Clase 3 a Pisandelli, que con este triunfo (el
segundo en cuatro presentaciones luego de su victoria en Trelew) además alcanzó
la punta del torneo con 75 unidades, las mismas que el multicampeón del TC
Guillermo Ortelli (Renault Fluence), quien ayer finalizó octavo luego de una
espectacular remontada tras largar vigésimo sexto. Luego, en el campeonato
quedaron Chapur, con 72 unidades, y Ezequiel Bosio (308), con 68.
ELECTRIZANTE.
El domingo de
Pisandelli había comenzado de la mejor manera, porque se había quedado en gran
forma con su serie (la tercera), aunque la más rápida había sido la ganada por
Chapur (segunda), por lo que el crédito local tuvo que largar adelante, pero
por el lado externo. En el tercer cajón partió Juan Pipkin (Cruze), ganador de
la primera serie.
De todas maneras,
a menos de cumplirse la primera vuelta, la potencia del Cruze de Pisandelli
dejó atrás al 308 de Chapur, aunque a la salida de la chicana se produjo un múltiple
accidente que involucró a 16 autos (ver página 32), y la bandera roja cayó
sobre la pista.
Varios minutos
después del incidente, del que salieron lesionados tres pilotos, entre ellos
Juan Cruz Pisandelli, la carrera se reinició. Y como indica el reglamento, se
largó con la grilla original, por lo que Fabián Pisandelli tuvo que regresar al
segundo lugar de partida.
El relanzamiento,
con mucho más lugar en pista por la ausencia de los 16 involucrados en el
accidente, fue muy similar al comienzo de la competencia: Pisandelli salió
disparado en busca de Chapur y lo superó en la segunda vuelta tras una gran
maniobra a toda velocidad, en la recta principal y por afuera.
Pero cuando el
local empezó a escaparse, ingresó el auto de seguridad por un despiste de
Ignacio Char (León), y las diferencias se limaron. Otra vez Pisandelli a
"remarla", y con brazos de acero, porque hizo una buena ventaja y la
mantuvo hasta el final, más allá de algún intento en vano de Chapur y Tuero por
alcanzarlo.
Al fin llegó la
bandera a cuadros, esa con la que soñó hace años, cuando el circuito toayense
era sólo un proyecto. Y por eso el festejo loco en la vuelta de honor, parando
en plena pista para agradecer a los miles de pampeanos que fueron a alentarlo,
y que se retiraron orgullosos.
"Este triunfo
es para Juan Cruz".
"Muchas de
las cosas que tenía que decir, las dije en Trelew cuando gané la primera
carrera. Ahora lo único que quiero decir es que este triunfo es para Juan
Cruz", dijo un emocionado Fabián Pisandelli, dedicándole la victoria a su
hermano, que sufrió un fuerte accidente en la final de la Clase 3.
"Estoy muy
feliz, pero un poco dolido por Juan Cruz. Estuve a punto de no correr porque se
golpeó fuerte y me asusté mucho. Pero cuando me informaron que había sufrido
una quebradura en la muñeca decidí correr porque por suerte no era nada grave.
No podía bajarme del auto porque tenía una gran posibilidad de ganar ante mi
gente. Por eso, si no estuviste de acuerdo con que corra, perdón hermano; fue
para vos y lo vamos a disfrutar juntos", dijo Fabián, con lágrimas en los
ojos.
A los 38 años,
Pisandelli está atravesando uno de los mejores momentos de su carrera, y ayer
lo dejó en claro con un gran triunfo en una final complicada. "Sabíamos
que teníamos un gran auto, pero también sabíamos de rivales que podían hacerlo
difícil", comentó. Y agregó: "Acá hay un trabajo de un año y medio.
Además son temporadas; le tocó a los Clio, a Peugeot, a Seat, a Honda, y ahora
parece ser el año de Chevrolet".
Finalmente, se
mostró feliz porque pudo darle una alegría a los pampeanos. "Esta es mi
casa y quería ganar para los pampeanos que siempre me apoyan. Se me había
escapado en diciembre, pero ahora no se escapó", cerró.
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