domingo, 16 de junio de 2013

GRACIAS POR TODO… HASTA SIEMPRE PEPE!!


Cuenta la leyenda que allá por 1922 en La Colonia, muy cerca de Arrecifes, Nacía un gordito morrudo al que bautizaron José Froilán González...

Cuenta esa misma leyenda que rodeado de parientes ligados a los fierros, fue creciendo entre tapas de cilindro, válvulas y árboles de levas, con aroma a nafta. Siempre ligado a las 4 ruedas, bueno, es una manera de decir, porque esta leyenda cuenta que siendo muy chico, le hicieron un carrito de madera y las ruedas eran las cuatro tapas de madera de las yerberas de esa época. Tenía el “auto” pero nadie que lo empujara. Pidió la ayuda de su perro ”Sangre”, al que ató el carrito para que lo empujara, cual perro de trineo. Grande fue el impacto cuando “Sangre”, mientras lo paseaba por el campo, vio una liebre y olvidó su rol de acarreador... salió rápido como una saeta y el carrito, con su infortunado conductor, pegó contra los alambres de púa, produciendo el 1º accidente “carromovilístico” del personaje en cuestión...

Pasaron los años, y apenas concluida la 2º guerra mundial comenzó su actividad deportiva. Ya estaba el ambiente para que en 1950 naciera la F-1, la más importante de las categorías del mundo, hasta hoy. Allí estaba ese hombre robusto, debutando en el torneo mundial de ese año en Mónaco, con una Maserati. La gloria lo estaba esperando... en 1951, En Silverstone, Inglaterra, dentro del equipo Ferrari, alcanzó su 1º triunfo en la categoría, pero simultáneamente se dio un hecho que lo inmortalizó: alcanzó el 1º triunfo de la Scudería Ferrari en la F-1, el 1º de cientos a través del tiempo que la ubican, sin duda alguna, como la referencia, el ícono, el sello del éxito y deportividad en el mundo del auto, el sueño y la fantasía de millones de personas... Pero no solo eso. Repitió victoria en 1954 en Inglaterra, también con Ferrari y en esa temporada, alcanzó lo que ningún argentino logró nunca, salvo él: ganó junto a Maurice Trintignant las 24 Hs. De Le Mans, la carrera más preciada de Gran Turismo hasta el día de hoy, con una Ferrari 375 Plus. Ese año quedó como subcampeón mundial de la F-1 detrás de su amigo, su padrino, su referente, Juan Manuel Fangio. En un país tan especial como el nuestro, en el que o somos los mejores o somos los peores, un Subcampeonato mundial se asemeja a una derrota, a una labor opaca, y solo unos pocos entienden la verdadera dimensión de alcanzar ese halago corriendo entre solo un par de docenas de pilotos de todo el mundo ...

Además, ganó en Goodwood, en el G. P. De la Costanera, en Brasil; fue Campeón del Sudamericano de Fuerza Libre; ganó las 500 Millas de Rafaela... La leyenda cuenta que después, siempre quedó ligado al automovilismo, y será difícil de olvidar la creación del Chevitú, un auto compacto que irrumpió en la década del 60 entre las cupecitas del TC, para modificar a partir de allí las características de los autos de esa categoría.

La leyenda habla de muchos otros logros, pero de lo que también habla es que, este hombre bonachón, con espíritu campesino, no dejó de asistir a cuanta invitación le hacían, siendo él el homenajeado, o solo como participante... siempre... cumplía con todos... un ratito, para saludar, pero allí estaba... eso hablaba de su calidad humana, de su antidivismo en una época en la que prima la mezquindad y el egoísmo, de su don de gente...

Sras, Sres... presten atención porque les voy a dar una primicia... quemen los libros, rompan las estadísticas, desafíen a los memoriosos... no es cierto que José Froilán González no fue campeón mundial... no es cierto que por esos caprichos del azar no alcanzó el máximo título del automovilismo...
“Pepe” fue campeón mundial de las fórmulas más valiosas que pueda crear el hombre... José Froilán González fue campeón mundial de la amistad, de la bonhomía, de la sabiduría, de la generosidad, de la caballerosidad, de la humildad, José Froilán González fue campeón mundial DE LA VIDA!!...


Raúl Barceló
Desde Boxes

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