La posibilidad
que la Formula 1 vuelva a la Argentina resurgió y se instaló. Por ahora la
información es escueta. La verdad es que hay un grupo que está trabajando en
silencio, entre privados y funcionarios del gobierno de la Ciudad, secreto que
se rompió cuando se produjo la visita de Charlie Witing, encargado de Seguridad
de la categoría, quien vino al país a recorrer el autódromo de Buenos Aires
para evaluar cuáles serían los arreglos prioritarios que necesita el viejo
coloso de la Avenida Roca para aginarse y eventualmente recibir a la F-1.
Aunque no
hubo información oficial, sabemos que las consideraciones de Witing fueron positivas.
Lo trascendente es que se utilizaría el trazado más largo y las modificaciones
a hacer serían muchas, pero dentro de lo presupuestariamente lógico para un
evento de ésta magnitud (básicamente reasfaltado y banquinas). De seguir
avanzando el proyecto, ese retorno se concretaría en 2019, es decir, mañana...
Ahora
bien. La 1° pregunta es: más allá del dinero para modificar el autódromo, es
factible que Argentina vuelva a ser sede de una fecha del mundial de F-1? la
respuesta es que sí. No hay que olvidar varios puntos: 1) que la categoría
cambió de dueño y de orientación, razón por la cual ahora no buscan casi con
exclusividad países de Oriente que pongan mucha plata; 2) que pretenden que el
calendario tenga aún más fechas por año,3) que la carrera que se disputa
habitualmente en San Pablo, Brasil, corre serio peligro y eso los lleva a
buscar otra ciudad sudamericana,4) que ahora buscan trazados veloces (y el
circuito 15 lo es) cuando antes diseñaban circuitos trabados. Es decir, varias
situaciones que favorecen la posibilidad de un retorno a Argentina. Pero hay
algo más importante: esta nueva directiva de la categoría quiere correr en
Argentina… y eso es fundamental…
Además de
la erogación de dinero para poner el autódromo en condiciones, traer la carrera
tiene costos altísimos por el canon que significa tener la F-1. Aquí aparece el
otro gran interrogante: ¿Quién se haría cargo de esos valores? Hasta donde sé,
la idea es que la organización esté a cargo de una empresa privada que se haría
responsable de la inversión, y el estado, tanto la ciudad de Buenos Aires como
el gobierno nacional, aportarían dinero para modernizar el autódromo.
A grandes
rasgos, ésta es la información. Ahora, les digo mi opinión: el regreso de la
F-1 fue y es siempre una ambición de los argentinos, que tiene que ver con
nuestra historia, con nuestra idiosincrasia, con Fangio, con Froilán, con
Reutemann, y con nuestra identificación con esa categoría como la elite del
mundo. Pero también hay que subrayar que no nos ha pasado nada malo por no
haber sido anfitriones de la F-1 en los últimos 20 años. Y algo más: la
ausencia de una joven figura argentina entre los habitué de la “máxima”,
tampoco ayuda. Pero, volver al candelero internacional del automovilismo, es
siempre una legítima aspiración.
También
debo decir qué me hace “ruido” que la empresa que se involucraría en la
organización no es “del palo” del automovilismo, y además, no está bien vista
en el mundillo económico.
Por otro
lado, soy del automovilismo, apoyo con las 2 manos ésta posibilidad, pero a mi
vez pienso que el gobierno de turno tiene que ser un facilitador para éste tipo
de eventos, pero no un inversor. Los gobiernos están para gestionar otras
necesidades más urgentes para los ciudadanos.
Hoy, el
obstáculo mayor es que la F1 negocia los contratos con los países por un mínimo
inamovible de 5 años, y ningún gobierno serio puede garantizar su permanencia
en el poder por ese período. Hoy, ese es un punto conflictivo para avanzar.
Por
ahora, el trabajo continúa… y no es poco…
Raúl
Barceló
Desde
Boxes
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