LOS
FAMOSOS PICÓD ROMOS
y
el cuento del lío
Las
picadas callejeras luewnson y serán el dolor
decabaadetodoslosinmenderttesdecludadesdei
interior.
pero en nuestro pago llegó ‘la ¡‘trágica solu-
ción!’
de tamaño problema. eso sLacompañada de un
l
enorme negocio para recaudar una sideral cantidad
de
plata. Es ahí donde empieza a jugar el ‘wentltio
del
tío?
El
Sr. interudente Luis Larranaga fue visitado un dia
por'el
no! gaucho este foráneo de Santa Rosa. le
como
que él tenia todo listo para solucionarle pro-
blema
y que los muchachos rnoueros y piqueros ¡han
a
satisfacer sus ganas en un lugar seguro y con modas
las
garantías.
Nuestro
Señor le creyó. y con mentalidad adoley
cente,
compro el cuentito y le dijo: a partir de este
momento
usted es un amigo y cuente conmigo para
lo
que necesine.
Así
el tlo foráneo gastó unosmiserables pesos en
cortarel
pasto y iavarle la cara al circuito de Sama Ro’
sa.
Para Que mreaca el autódrotno de Toay, y nodos
chochos
con semejante obra. Luego lo llevó al triste-
rnenme
convencido Larranaga y le hizo creer que era
Aventin
y su circo.
Pero
el tío. sabiendo que habla ya logrado su obje-
tivo.se
puso manos a la obra y repitió lo hechoen Ge’
neral
Pico. desde ya acompañado por sus socios (en
todos
los aspectos: comerciales, sentimentales y fa-
miliares)
en este negocio: la damita de lasmegorias.
y
últimamente, todo baio la sirpervisiún de la gran
‘madama
castensej proveniente del prestigio de una
gran
familia deeseterruño, pero hoyvenida a menos
que
vio la forma de embolsar gran (amldad de cine-
rlllos
gracias al tío y su cuentito.
La
rnayoriade los moteros son gemedepooosre-
cursosyel
tío eso lo sabe)’ mediante sus engaliosy
gastos
supuestamenme necesarios. se encarga en po-
co
tiempo de sacárseios carrera tras carrera. hasta
que
los pobres giles se dan cuenta que sus magros
presupuesnos
no pueden elegir esa alternativa. DO’-
que
ir ellos y sus familias -por cierro numerosas- Im-
plica
un gasto cercanoa los mll pesosy dtau grandes
picadas
y'El Gran Pioódromo’!
Ni
hablar de la organización de dichos eventos sin
connoles
antidoping y de alcoholemia. que ante una
desgracia
expondrian al Municipio a juldos millona-
rios
Mientras que tampoco se exige la doounmenta-
cion
de los rodados en competencia, como se sabe,
en
algunos usos de procedencia dudosa.
Sr.
Larranaga vlslte el autúclrorno de General Pico y
iljese
en que condiciones se encuentra y cuántas pl-
cadas
se hicieron este ano (ya no va nadie). Se dará
cuenta
que ‘al tfo y su cuentlto‘ poco le importa us-
tedsu
picódromo y sus rnotlerosCorteya con ese ne-
gociado
y maneje usted los valores de entradas y de-
mas.
porque de lo contrario. daría a pensar que usted
también
es socio del tío. la damita y la madama cas-
tense.
Saludan
a 0d. muy arte.
verdaderos
amantes del ruido.
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