Por Daniel Palacios
Sobieslaw
deja la inquietud, para que algún grupo de pilotos Argentinos corran en Europa,
a Berta le gusto el desafió, presentando la idea a la fabrica IKA, comentando
que es muy bueno mostrar el Torino en el Viejo Continenteademás el Torino era
el campeón de TC.
En septiembre de 1967, llegó a Córdoba el piloto Polaco
Sabieslaw Zasada, Campeón Europeo del Grupo 1 de Turismo y ganador en nuestro
país cuando participó en un Gran Premio de Turismo en 1967 con un Porsche911 en
la clase C, compitiendo contra loa Peugeot 404, razón por la cual rápidamente
fue bautizado como el Polaco volador.
IKA
(Industrias Kaiser Argentina, más tarde Renault) acepta el proyecto, pero la condición
era que se hiciera una evaluación previa del lugar donde podrían competir.
Berta decide viajar a Europa, el objetivo, Montecarlo. Así partió una reducida
delegación integrada por el propio Berta, su esposa Liliana, y Roberto Carozzo
periodista de la revista El Grafic, y un Torino 380W que había manejado Eduardo
Rodriguez Canedo, adaptado al reglamento del Rally, Gradassi viajo sólo.
Al
llegar a Montecarlo se encontraron con que había nevado bastante y que serían
necesarias cubiertas especiales para ese tipo de piso, se usaron unos
neumáticos con clavos, que en esa época estaban autorizados.
Dice
Gradassi: “Oreste me había entusiasmado con la idea, fuimos al club pedimos el
recorrido y salimos a probar con el apoyo de un auto, (Renault 16) que manejaba
Carozzo, llevando los neumáticos, algunos repuestos, y pocas herramientas “Yo
me adapté enseguida, a pesar de no conocer los caminos, muy angostos y con
muchos volventes. Lentamente empecé a tomarle el gustito al Torino. Oreste
hacia de navegante y se lo veía feliz…”
“Usábamos
una hoja de ruta de Bernard Tramont, un piloto oficial Renault que gentilmente
nos asesoraba. Nunca había manejado en la nieve, pero a medida que pasaban los
días me daba cuenta de que me gustaba más que conducir en la tierra…”
“Si
bien el auto era muy grande y pesado, creo que no hubiésemos desentonado, ya
que estábamos mejorando los tiempos del año anterior de un equipo de Ford que
había corrido con Mustang. Estuvimos casi una semana probando, lástima que todo
quedó en la nada por los altos costos de participación, por los auxilios, los
repuestos, los neumáticos y nos quedamos con la sangre en el ojo…“.
La
historia terminó en el hotel Bristol de Montecarlo, donde los pilotos del
equipo Citroen que corrían con los modelos ID19 aceptaron probar el Torino en
un viaje de ida y vuelta a Niza, Lucien Bianchi y Jean Luc Terrier, después de
manejarlo, le sugirieron a Berta que era un auto ideal para carreras menos
trabadas, con el pequeño grupo regresando por Daytona, Estados Unidos y tras
decidir no correr en Monte Carlo, un año más tarde se presentó un equipo
Argentino en la Maratón de la Ruta, más conocida como las 84hs de Nurburgring a
la que invitaron a 10 pilotos, menos a Gradassi.
El
Rally de Montecarlo de aquel 1968 fue ganado por primera vez por un
Porsche911T, conducido por el británico Vic Elford, seguido por otro auto
similar de Paul Toivonen de Finlandia, tercero llegoó el Mini Cooper S del
Sueco Rauno Aaltonen.
Nurburgrin
fue una injusta misión, con un sabor amargo en su campaña deportiva del
recordado Pirin Gradassi, uno de los pilotos más exitosos del automovilismo
argentino…
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