ANTONIO CURTO – Nace el 20 de Noviembre de 1905, en la
localidad de Adolfo Van Praet, Departamento Realicó, Provincia de La Pampa.
Con el transcurso del tiempo se afinco en
la localidad de Eduardo Castex, hombre de carácter, pero también de gran
corazón. Benefactor, humano y muy familiero, de joven resulto ser muy
emprendedor y con un señor de apellido Audino, aprendió el oficio de su vida:
herrero.
Se convirtió en una persona ligada al
crecimiento de la comunidad castense, propietario de un terreno que ocupaba un
cuarto de manzana, sobre calle Sarmiento, entre Rivadavia y Zeballos,
estableciendo allí su comercio: “Herrería Curto”. Está claro que por aquellos
tiempos, décadas de 1930 y 1940, la herrería estaba plenamente ligada a la
actividad agrícola-ganadera en nuestra localidad, motivo por el cual, se
reparaban máquinas agrícolas, a saber: cosechadoras, trilladoras, rastras,
sembradoras, que incluían fabricación y afilado de discos y rejas. Pero además
de esto se realizaban marcas de hierro para el ganado y también reparación de
sulkys y automóviles de la época. Por estos ejemplos y mucho más, la herrería
se convirtió en un negocio prolífico.
En el aspecto familiar, Antonio Curto,
contrajo matrimonio con Catalina Sciu y al paso del tiempo se convirtieron en
padres de Alba y Haydée. Luego llegaría el momento de ser abuelos, pues Alba,
se casa con Tomas Sánchez y de este matrimonio nacerían: Ricardo, Jorge, Hugo y
Alicia. En tanto Haydée, contrae matrimonio con Héctor “Cacho” Farías y de
ambos nacerían: Mirtha y Silvia.
Colaborador en cuanto pudo con las
instituciones del pueblo.
Participo como músico en la orquesta de
Enrique Catuogno.
Pero además, hubo un aspecto de su vida
donde brillo por sí mismo, donde demostró que la pasión por un deporte se lleva
en el alma, en el corazón y en la sangre, su amor por los “fierros”, el
automovilismo. Y la provincia de La Pampa, lo vio correr en forma destacada,
por los distintos autódromos, con su “Catanga”, al mejor estilo “Fangio”, en
mezcla de adrenalina, valentía y coraje. A tal punto quedo grabada su huella en
la historia del automovilismo local, que como digno homenaje y por iniciativa
de “Chilo” Blanco, fue especialmente invitado al corte de cintas e inauguración
del Autódromo del Racing Club de Eduardo Castex.
Arduo trabajador y luchador incansable,
sin embargo, el inexorable paso del tiempo, le fue pasando la factura de los
años y su salud le indico que debía retirarse de sus actividades, claro que fue
costoso ir dejando todo, pero tuvo el consuelo de poner su oficio, en manos de
su yerno “Cacho” Farías, que le continuo exitosamente, pero Antonio siempre
estaba, dando una vuelta por el inmenso patio, dirigiendo a los empleados o
haciendo relaciones con clientes y amigos que fue cosechando en tantos años. La
noche del 31 de Enero de 1988, a la edad de 82 años, su corazón dijo
basta…Dejando a su familia sumida en un profundo dolor y gran vacío, pero
sabiendo todos, que don Antonio había vivido una vida de trayectoria y
compromiso digna y ejemplar.
Tras su fallecimiento y a modo de
recordación y homenaje, el concejal Andrés “Tito” Rosso, conocedor de las obras
y quehaceres de don Antonio, plantea al consejo deliberante, su idea de que una
calle de la localidad lleve su nombre. La propuesta fue aceptada y es así, que
durante el acto de inauguración del flamante Barrio Calandri, se impone el
nombre de calle Antonio Curto, al pasaje ubicado entre calle L. N. Alem y
Avenida Independencia.
Foto de Saul Lopez.
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